Su Historia

 

Respecto a datos históricos de la ciudad sanducera refiere en https://www.paysandu.com/turismo/historiaciudad.htm

"Todos los años, desde el 8 de junio de 1863, Paysandú recuerda su cumpleaños como «ciudad». No detiene el ritmo de su trabajo, para ello. Pero lo celebra con entusiasmo con múltiples manifestaciones culturales, deportivas y de todos los tonos y matices.
A nosotros nos toca evocar, traer a la memoria algunos de aquellos acontecimientos, como estampas o acuarelas del pasado que han ido construyendo el hoy y tienden hacia el mañana ciudadano.

DESDE EL 8 DE JUNIO DE 1863
Desde el día en que la Asamblea General le otorgó la categoría de ciudad, hecho que repetimos brevemente:
El Diputado de Paysandú, Justo Corta, presentó a la Comisión de Legislación de la Cámara de Representantes el proyecto para elevar a Paysandú de la categoría de Villa a Ciudad.
Entre las razones que esgrimía para ello, citamos:
«...los elementos de vida propia y las condiciones de un desarrollo rápido que justifican el nuevo título de ciudad: creo haberlos hallado en la ventajosa posición que ocupa este centro de población, para ejercitarse en un comercio lucrativo, cuya circunstancia lo ha hecho prosperar con tal rapidez, después de la guerra de nueve años». (En palabras del Diputado proponente)
Luego de un informe favorable, el proyecto fue aprobado por la Cámara de Senadores presidida por el Dr. Eduardo Acevedo, el 5 de junio de 1863. Y tres días después, el 8 de junio, el Presidente de la República, Don Bernardo Prudencio Berro, puso el cúmplase definitivo al decreto.
Dentro de las consideraciones a tener en cuenta destacaba:
«La población de Salto y Paysandú, realmente numerosa y entregada al comercio importante y activo por su vía fluvial, y por sus bancos y emisión, ofrecen una completa seguridad de su prosperidad e importancia comercial...

 

CON PIES DE SEMILLA
Los títulos se ganan con un trabajo constante. Desde antes aún que los hombres se sentaran alrededor de una mesa para otorgarle la categoría. Y este progreso laborioso, que se señala como iniciado «con un activo comercio por vía fluvial» estaba en las raíces del pueblo.
Desde la primera huella de sus pies de semilla sobre el surco del río, ya entonces era el espíritu elevado, que flotaba sobre las aguas con el nombre guaraní finalizado en «ú», como acentuando lo autóctono, significando lo verdadero.
Desde la eternidad sin tiempo de la piedra, desde la firmeza geográfica de la roca.
Ahora, ese espíritu sentimental y valiente, clavado en la esquina de este aire se recuesta en la paz de tres colinas, comienza a dulcificar su perfil de piedra abriendo en ese espacio su alma de flor.
Que son las obras, las grandes obras que abren la ventana del mañana, que es nuestra realidad de hoy. El fruto de aquella semilla.
Cuesta creer todo lo que se ha hecho en este tiempo! Pero también cuánto nos falta por hacer...
UN RIO ESQUIVO
Celebremos y al mismo tiempo pensemos...
Por ejemplo, sobre la importancia de nuestro río y el comercio fluvial, en la época de declaración de Paysandú ciudad. Este comercio, creciente y continuado es una de las consideraciones que se tiene en cuenta: «...entregada —dice— al comercio importante y activo por su vía fluvial».
El río era eje, hidrovía para el progreso, y se puede afirmar que la vida de esta ciudad y del litoral todo marchaba al compás del pulso del río.
A esta altura, se nos ocurre leer alguna noticia aparecida en estos días sobre esta relación «hombre-río» y compararla con otra, de los días en que Paysandú fue elevada a la categoría de ciudad.
Es un hecho que estamos desaprovechando el río, como vía por donde fluya el comercio, por lo menos entre los pueblos ribereños; nuestro puerto está muerto y además el agua contaminada desde hace tiempo. Todas noticias tristes y que desde hace tiempo sufre nuestra gente. Y todavía que, cuando se está luchando por dragar, para reorganizarse y partir desde un mínimo entendimiento de ambas partes, se demore tanto tiempo, dinero y palabras también se desgasten sin llegar a un feliz entendimiento para abordar el dragado, desde el puerto de Nueva Palmira hasta el de Salto. Plan en el que está incluído el río y el puerto de nuestra ciudad, que comienza a celebrar sus 136 años.
Con la máquina del tiempo me traslado al Paysandú de aquellos años en que fue elevado a la categoría de ciudad. Precisamente abro un ejemplar del diario «El Pueblo» del miércoles 5 de junio de 1868. Aunque, como dicen, toda comparación es odiosa, hacemos la misma pregunta: «¿Cómo era la relación río ciudad?» El Puerto, aún precariamente instalado, por falta adecuada de muelles y otros implementos que se irían creando, era un importante nudo de navegación y comercio. Allí figuran, como ejemplo, dos Compañías de navegación que realizaban diariamente la comunicación con Montevideo, tocando puertos intermedios. La Compañía de Vapores Nacionales y «el Vapor Inglés Comercio de Paysandú», que así se llamaba. Los vapores de esas Compañías llevaban y traían, cumpliendo con un horario establecido y seguro, numerosos pasajes y también carga en general. Abreviando los datos, en esta época y en determinados días de la semana, se podían realizar viajes fluviales de Paysandú a Montevideo, también de vuelta, en barcos seguros y cómodos. El río era realmente una vía normal para el progreso y la comunicación, que unía a la ciudad de Paysandú, también a su campaña, con los puertos litoraleños y con la capital. En algunos de estos aspectos, hemos retrogrado, sin dudas. Y parece que se está intentando retomar el camino, teniendo en cuenta al río, como eje fundamental de esas relaciones deterioradas y desatendidas por el hombre.
PAYSANDU DESCUELLA
Mientras tanto las calles de Paysandú comienzan a mejorarse, la principal ya desde tiempos del Jefe Político, Basilio A. Pinilla y la segunda, «8 de Octubre» recibió su rostro de piedra, adoquinado en 1868, después de Paysandú ciudad.
Escuchemos, finalmente, las voces de otros, que opinan sobre este crecimiento raudo y seguro de la ciudad. El diario «La Prensa Oriental» de Montevideo, se ocupa también de destacar el aspecto edilicio y urbanístico de Paysandú, el 1º de enero de 1862, un año y medio antes de la fecha que celebramos, como si entonces se preparara para que sobre su frente limpia, corriera pronto el agua bautismal y ciudadana.
Dice así, dicho periódico que, según afirma el P. Baldomero Vidal, fue dirigido por Isidoro de María:
Paysandú descuella en la vía de los adelantos materiales. El Sr. Pinilla, su ilustre y progresista Jefe Político, se hace recomendable por el espíritu que pone en dar impulso al progreso material de aquel Pueblo.
«Las obras terminadas son la Casa de la Policía del Departamento...
«Se ha hecho una Cárcel cómoda y aseada... modelo de orden y limpieza.
«Un Hospital que probablemente abrirá sus puertas en los primeros meses del año (en realidad se inaugurará el 25 de Mayo de 1862).
«Un Cementerio con su linda capilla, en el que hay mausoleos...
«Un Templo en el cual trabajan diariamente más de treinta hombres...
«Agréguese a esto el proyecto de un Muelle y un Mercado...»
Hasta aquí he citado frases tomadas de dicha publicación, casi como una letanía, un canto al progreso y al espíritu de la ciudad.
Después tiene un extenso párrafo dedicado a la Plaza, cuidada y arbolada, donde los jueves y domingos actúa una Banda Militar creada por el mismo Pinilla...
Como toque final, le ha puesto el espíritu, entusiasta y fervoroso, la fe en el mañana, sin sospechar que, el mañana cercano, será madurado en odios y en el que mandará los cañones.
Pero renacerá bien pronto de esa oscuridad de los terribles días.
Y para celebrar esta fecha de nacimiento de Paysandú como ciudad, vale la pena recordarla en los días de paz y trabajo feliz proyectado en la fe de su pueblo. «Ciudad de paz y risa a flor de labios/brújula para el rumbo de los sueños/florecida en el alma de la piedra/pero con corazón y pensamiento».

Redactado por Miguel Angel Pías cuando se celebraban los 139 años de Paysandú Ciudad"